El ruido no es un peligro nuevo para la salud ya que ha sido una amenaza constante desde la revolución industrial. La exposición a mucho ruido puede afectar temporalmente la audición (sus oídos pueden sentirse tapados) o causar un zumbido en los oídos (acúfenos). Estas afecciones de corta duración por lo general desaparecen a los pocos minutos o a las pocas horas después de alejarse del ruido. Sin embargo, las exposiciones repetidas a ruidos fuertes pueden causar acúfenos o pérdida auditiva incurables y permanentes. NIOSH recomienda eliminar en lo posible los ruidos peligrosos en el lugar de trabajo y usar protectores para los oídos en situaciones donde la exposición a estos ruidos no se haya controlado o eliminado.
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