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miércoles, 26 de octubre de 2011

mipymes:llego la hora de enfrentar el TLC


En bodegas y lotes improvisados como factorías, talleres y hasta en casas de barrios populares funcionan el 98% de las micro y pequeñas empresas colombianas.
La mayoría tiene pobre nivel tecnológico, poco acceso al crédito bancario, y lo peor: están alejadas de los mercados internacionales. A ello se agrega el alto nivel de informalidad bajo el cual desarrollan sus negocios.
“Nos ha tocado abrirnos camino con las uñas, la competencia desleal, altos costos y sin apoyo del Gobierno”, afirma Alberto Castaño, un pequeño fabricante de calzado de Cali.
Esa realidad la reconoce Mauricio Ramírez Malaver, presidente nacional de la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Empresas, Acopi, al señalar que “las Mipymes sobreviven el día a día. Y por eso a muchas no les queda tiempo para visualizar el futuro”.

En bodegas y lotes improvisados como factorías, talleres y hasta en casas de barrios populares funcionan el 98% de las micro y pequeñas empresas colombianas.
La mayoría tiene pobre nivel tecnológico, poco acceso al crédito bancario, y lo peor: están alejadas de los mercados internacionales. A ello se agrega el alto nivel de informalidad bajo el cual desarrollan sus negocios.
“Nos ha tocado abrirnos camino con las uñas, la competencia desleal, altos costos y sin apoyo del Gobierno”, afirma Alberto Castaño, un pequeño fabricante de calzado de Cali.
Esa realidad la reconoce Mauricio Ramírez Malaver, presidente nacional de la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Empresas, Acopi, al señalar que “las Mipymes sobreviven el día a día. Y por eso a muchas no les queda tiempo para visualizar el futuro”.

Para nadie es un secreto que de las 1,6 millones de empresas del sector identificadas, el 50% son micros, y de éstas el 60% operan bajo la informalidad.
Los cálculos de Acopi van más allá. El 80% de las medianas empresas son competitivas (unas 7.000), mientras que de las 49.000 consideradas pequeñas sólo el 30% alguna vez exportó o tuvo contactos comerciales, sobre todo en Venezuela y Ecuador.
El 70% de las microempresas (las que tienen hasta 10 operarios) nunca ha exportado. Su mercado natural ha sido el doméstico.
De acuerdo con ese análisis, se deduce que el 80% del universo de las Mipymes nacionales no está preparado para enfrentar la competencia que vendrá con el Tratado de Libre Comercio, TLC, con Estados Unidos. Y sobre todo, para resistir el poderío de 26 millones de Pymes estadounidenses ávidas por llegar con sus productos a Colombia.
Pero todo no está perdido. Los productos de las pocas Mipymes colombianas exportadoras son calificados de buena calidad, y así lo demuestra su gran aceptación en ese mercado bajo el Acuerdo de Preferencias Arancelarias, Atpdea.
La innovación es considerada la clave para conquistar más a los consumidores estadounidenses en esta nueva etapa.
“La innovación de productos y la internacionalización es un reto que debemos enfrentar, porque podríamos perder hasta el mercado nacional”, señala el empresario y ex dirigente gremial, Rodrigo Salazar.
Bajo esas circunstancias, sólo en el sector del calzado, el 60% de las Mipymes podría tener posibilidades de explorar el mercado estadounidense. “El 40% restante difícilmente podrá hacer ofertas”, admite Libardo Dussán, gerente de la firma caleña C.I. Vivaldi.
Aún faltan entre 12 meses para que el TLC entre en vigencia. Pero de aquí en adelante, las Mipymes más preparadas podrán enfrentar los fuertes vientos comerciales que se avecinan.

"Es una gran oportunidad", según un microempresario

El ramo de las artes gráficas es uno de los pocos que se considera junto a los de la agroindustria, las confecciones y alimentos, con el potencial para competir en el TLC con Estados Unidos.
Muchas de las empresas de ese sector han venido incorporando modernos equipos a sus procesos productivos y de impresión, aprovechando la menor tasa de cambio para importarlos.
Frente a las nuevas realidades comerciales, Ricardo Flórez, gerente de Impresos Richard Ltda, una firma impresora ubicada en el barrio Calima, al norte de Cali, señala que “el TLC es una gran oportunidad que no debemos desaprovechar”.
Pero considera que es importante que las empresas del sector se organicen más para exportar a mayor escala.
“Voy a organizar más la casa, a tenerla preparada para enfrentar ese desafío, pero es importante que haya más apoyo oficial”, dice el empresario. La compañía lleva 25 años en el mercado.
Hoy, Impresos Richard —cuya planta de personal la componen 100 personas— fabrica empaques a base de cartón y cartulina, además de libros, revistas y material publicitario, muchos de los cuales salen al exterior a través de sus clientes.
Otra de las ventajas que tendrían los impresores es la importación de materias primas, especialmente papel, a más bajo costo desde los EE.UU.
El capítulo de compras públicas consignado en el TLC, favorecerá a las mipymes colombianas hasta con cupos por US$200.000. Y allí los impresores te



PUBLICADO POR:SONIA AMPARO PALOMEQUE

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